“Si termina siendo la última Navidad con nuestros abuelos, habremos hecho algo mal”

Así de duras pero a conciencia fueron las palabras de Angela Merkel ante la segunda ola del covid-19
La canciller pidió que se aprueben nuevas restricciones hasta mediados de enero en todo el país ya que las medidas en vigor no están dando los resultados esperados tras el récord de 590 muertes diarias en Alemania.
Ante el Parlamento alemán, en un inusual y emotivo discurso la canciller pidió adelantar las vacaciones escolares y restringir las reuniones y contactos personales en los días previos a la Navidad, así como mantener los negocios cerrados hasta el 10 de enero, siguiendo las recomendaciones de los epidemiólogos para detener los contagios.
Merkel, reconoció este miércoles que las vacunas que se puedan distribuir en los tres primeros meses de 2021 no serán suficientes para suponer un “cambio significativo” a nivel epidémico en el país.
La canciller realizó estas declaraciones al intervenir ante el pleno del Bundestag (cámara baja) para defender los presupuestos del año que viene, que prevén un endeudamiento nuevo de 180.000 millones de euros para combatir la crisis desatada por el coronavirus. En su mensaje, instó a los legisladores a aprobar nuevas restricciones para los próximos días, en la víspera de las fiestas de fin de año, en momentos en que el país batió sus récords de muertes diarias por el covid-19.
Según aseguró, se puede ver la “luz al final del túnel” con varias vacunas contra la covid ya a punto de ser autorizadas en la Unión Europea (UE), pero recordó también que Alemania se encuentra actualmente en la “fase decisiva” de la pandemia, en una segunda ola “mucho más exigente que la primera”, y que la experiencia histórica advierte de que las segundas pueden ser “muy dolorosas”.
Merkel consideró “justificadas” las propuestas de un grupo de expertos que propugnan el cierre entre Navidad y mediados de enero de todas las tiendas no alimentarias así como de los colegios. “Debemos hacer todo” para evitar “una progresión exponencial” del número de casos, insistió la canciller.
“Son recomendaciones acertadas el cierre de comercios, mantener el número de las reuniones al mínimo posible (…), cerrar los colegios -ya sea prolongando las vacaciones hasta el 10 de enero o con clases digitales-,… necesitamos reducir los contactos”, explicó. Agregó que le “duele de verdad en el corazón” ir contra los puestos de comida navideños, pero consideró que estas tradiciones de las fiestas “no son aceptables si el precio a pagar es que la cifra diaria de muertos alcance las 590 personas”, como sucedió en las últimas 24 horas en Alemania, una cifra récord.
No obstante, reconoció que las restricciones son competencia de los estados federados, pero destacó que ella y el Gobierno central tienen una “responsabilidad especial” a este respecto.
Merkel lleva semanas abogando por un endurecimiento de las restricciones, a lo que se resisten algunos estados federados. Las diferencias entre los “Länder” hacen además difícil la toma de decisiones consensuadas.
“No puede ser que ahora antes de navidades tengamos muchos contactos y a continuación sean las últimas navidades con los abuelos porque hemos desperdiciado la oportunidad de hacer algo”, argumentó.

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