¿Cuál es la verdadera campaña de la oposición?
La pregunta puede ser muy simple, la respuesta también, aunque merece detallarse.
¿Cuál es la verdadera campaña de la oposición?
El tema da para largo, pero para arrancar, primero debemos preguntarnos: La campaña de la oposición ¿Está basada en un programa de propuestas? ¿Alienta con proyectos la etapa post-pandemia? ¿O se vale solamente en aferrarse de lo que produjo dicha pandemia y criticar lo que se hizo al respecto para contenerla?
No hace falta indagar demasiado ni entrar en análisis complejos para llegar a la idea de que la oposición NO TIENE PROPUESTAS. Es un discurso vacío, aunque estudiado, con técnicas de marketing, frases instaladas sincrónicamente, y valiéndose de un malestar general entendible producto de una situación excepcional que es la pandemia del coronavirus.
No busquen propuestas, no las van a encontrar, la estrategia pasa por otro lado.
KIRCHNERISMO, ¿MALA PALABRA?
Una de las estrategias utilizadas por la oposición es el uso de la palabra “kirchnerismo” como causa de todos los males, demonizándola y endilgándole cuantas culpas existan por la gestión de la pandemia.
A nivel local, la oposición busca permanentemente pegar la gestión provincial a la nacional, y la palabra que mas usarán para referenciar la gestión provincial los candidatos opositores, como los medios de comunicación que les hacen de colchón mediático, es “kirchnerismo”.
“El Gobierno kirchnerista”, el candidato “kirchnerista”, el frente del “kirchnerismo”, o la tan usada “Freno al Kirchnerismo”, han de ser las frases que se reiteran casi hasta el hartazgo en cada línea editorial o en el discurso de candidatos como Claudio Poggi, o cualquiera de los representantes del sector del macrismo a nivel nacional. No importa si en San Luis siempre ganó el PERONISMO y no el Kirchnerismo, como tan denodadamente lo quieren hacer ver desde la oposición y medios de comunicación afines. No importa si el Gobierno Provincial ha sido uno de los más críticos en su momento con respecto a algunas políticas nacionales. No importa si San Luis sea la provincia más beneficiada, como nunca antes se haya visto, con obras de gran importancia desde el Gobierno Nacional. Nada de eso es tomado en cuenta para el discurso de la oposición, sino solo aquello que les sirve para la estrategia comunicacional y política que tienen tan bien aceitada, .
Demás está aclarar que esta estructura discursiva es hábilmente fogoneada por medios digitales, y redes sociales afines a ese sector político . Sin olvidar el soporte de los grandes medios nacionales cuyo intereses económicos y políticos distan del oficialismo.
PANDEMIA. LA CULPA LA TIENE EL GOBIERNO
La otra estrategia, tal como mencionamos anteriormente, consiste en aprovechar y canalizar el malestar que produjo la pandemia en muchos ciudadanos, y eso volcarlo en un discurso de aparente empatía, para destacar y poner en un plano negativo cada decisión que tomó el comité de crisis en el caso provincial, como también el Gobierno Nacional.
Claro que en esta cuestión hay muchos puntos para aclarar.
1. En el discurso de la oposición se omite decir que las medidas fueron necesarias. Aún, a sabiendas que lo que se hizo, no fue distinto a lo que hizo a nivel mundial por gobiernos de países del primer mundo, y en muchos de los casos San Luis fue ejemplo de cómo se aplicaron las medidas, junto a un excelente plan de vacunación llevado a cabo en la provincia que las estadísticas no dejan mentir.
2. Marcan las restricciones por la pandemia como cercenamiento de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, pero olvidan remarcar que sin estas medidas el sistema sanitario hubiese colapsado producto de la proliferación del virus y la consecuentes internaciones en terapia intensiva y posteriores muertes, tal como sucediera incluso en países muy cercanos al nuestro.
3. Hablan de porqué no se aplicaron las medidas de reactivación económica que ahora implementa el Gobierno Provincial, acusándolas de electoralistas, sin detenerse a reflexionar si dichas medidas, en un contexto de restricciones, donde no podía siquiera circularse por el avance del virus, hubiera habido logística posible para su ejecución. Lo más irrisorio es, que una vez que se aplican dichas medidas, es la misma oposición quien impulsa a través de la justicia la suspensión de estas, generando un gran malestar en los ciudadanos que se ven presos de tales decisiones. Sin dejar de lado que lo mismo que denuncian, lo aplicó esa oposición cuando fueron gobierno, contradicción pura que no resiste archivo.
El discurso del odio y resentimiento, les sirve, con ello generaron la famosa grieta. Es un discurso que fue estudiado y planificado, y permitió en su momento instalar un candidato que se mostró como la alternativa (Mauricio Macri), quien finalmente terminó siendo parte del gobierno que más endeudó al país, con políticas que destruyeron su economía , desprotegiendo la industria nacional, aumentando sideralmente el costo de los impuestos e intentando permanentemente vulnerar los derechos sociales del trabajador, de los jubilados, y de tantos argentinos, en procura de adaptarlos a la “exigencias del mercado” que tanto profesan. Ese discurso, les sirve, alimentan la desesperanza, el descontento, y se muestran como alternativa esperanzadora, nada más lejos de ello.
¿Podrá ese discurso de desesperanza ser mantenido en el tiempo?
Cuando la pandemia finalice, ¿Qué le quedará a la oposición provincial y nacional como argumento discursivo de ataque? Tendrán que mostrar las propuestas, ¿Pero las tienen? o solo es el marketing que siempre usaron, valiéndose de los grupos de medios con los que cuentan, junto con el masivo ataque que hacen en redes sociales a través de miles de “trolls” que comentan con el mismo texto sin cambiarle una sola letra y las “fakenews” que incluso siendo desmentidas no tienen el mismo impacto como la mentira que instalaron, y con sus alfiles que siempre se prestan para el juego de atentar contra todo lo que represente políticas sociales.
Ese es su juego. El mismo juego que tilda de mala palabra todo lo que huela a peronismo. De esta manera, con ese odio instalado, pueden hacer usufructo de ello, sobretodo en instancias electorales, para así tener posibilidades de llegar al poder, donde tan solo unos pocos serán beneficiados con sus políticas. Políticas que lamentablemente por experiencia como pueblo, ya conocemos y ya las sufrimos.