
Brasil: Temer logró imponer la flexibilización laboral en detrimento de los trabajadores
El Senado brasileño sancionó la reforma laboral pedida por las grandes empresas e impulsada por el debilitado presidente Michel Temer, que enfrenta una denuncia judicial por corrupción que podría alejarlo del poder en las próximas semanas. La norma va a la par de la enmienda constitucional que congela el gasto público por 20 años.
La nueva normativa da valor legal a los acuerdos negociados por sector o empresas aunque no se ajusten a la normativa vigente. Según el Gobierno, eso permitirá que las vacaciones anuales sean divididas hasta en tres veces y que se pueda negociar la jornada de trabajo y otros acuerdos (donde el trabajador obviamente ejerce menos poder sobre la patronal). Además, introduce la posibilidad de una «jornada intermitente», con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual, regula el trabajo desde el hogar y abre la posibilidad de negociar hasta el horario de almuerzo.
Ahora, con este contexto en la región, habrá que ver si la reforma laboral que impulsa Mauricio Macri, y que ha decidido mantener en «stand by» hasta después de las elecciones de octubre, será similar a lo aprobado en Brasil.