El Centro de Convenciones de La Punta envuelto en un escándalo de corrupción que involucra ex-ministros y al ex-Gobernador

En los próximos días podría desatarse un escándalo de impredecibles consecuencias, cuando comiencen a ventilarse detalles de la construcción del coqueto Centro de Convenciones de La Punta, inaugurado a fines de junio de este año.

Las pruebas a las que accedió el medio digital La Línea son contundentes y grafican la torpeza de los principales actores involucrados, los que convencidos de la impunidad que gozan ni siquiera se molestaron en borrar sus huellas digitales.

El llamado “Caso Centro de Convenciones” involucra, en forma directa a la gestión del ex-mandatario provincial Claudio Poggi. La estafa a la provincia supera los 40 millones de pesos y comenzó a pergeñarse más de un año antes.

El 17 de setiembre de 2014 se suscribe un Acta de Iniciativa Privada entre la provincia, representada por los ministros de Hacienda Ordoñez y de Turismo y Las Culturas, María Celeste Sosa Rosales; y la firma Urbanum Desarrollos Sustentables S.A., representada por su presidente,Guillermo Luis Marchionni, quien constituye domicilio legal en Buenos Aires. Un perfecto desconocido por estas geografías.

A través de la misma se aprueba el anteproyecto de la obra, a un costo de $123.539.786,52, y se encomienda al inversor su ejecución, en un plazo de 600 días corridos.

Tamaña obra, a un costo tan elevado, supondría que el inversor debía gozar de los suficientes antecedentes técnicos, legales y económicos que brindaran las suficientes garantías a manera de respaldo. Sin embargo, en la propia acta se especifica que dicha firma “se encuentra constituida por Escritura Pública Nro. 309 e inscripta en fecha 6 de junio de 2014”.

Es decir, tres meses después de constituir la sociedad, se accede a la ejecución de una obra de poco más de 123 millones de pesos. Tipos afortunados como pocos….

Pero no sólo eso: en el mismo acta (sugestivamente) el gobernador Claudio Poggi aprueba el anteproyecto de obra del Edificio La Recova, que conlleva una “inversión privada mínima” de $126.445.000. Lo que nadie sabe explicar es por qué se incorpora al instrumento público esta otra obra, que se reconoce que es privada, a un acta de concesión de una obra pública. Salvo que hubiera cierta desconfianza entre los actores y se prefiriera dejar por escrito lo que se había acordado en privado.

Naturalmente, la citada firma Urbanum Desarrollos Sustentables S.A., creada tres meses antes, no tenía el más mínimo antecedente en construcción de obra pública ni mucho menos de un moderno Centro de Convenciones o un hotel 4 Estrellas, como se promocionó a La Recova. Nunca había hecho ni siquiera una medianera, por lo que hizo la fácil: subcontrató a una empresa constructora para que ejecutara la obra. Así aparece en escena Lumma S.A., de Raúl Moreno.

Se le solicita que cotice la obra y lo hace a un costo de $82.366.865,95, por lo que Urbanum saca cuentas y accede de inmediato. Sin hacer nada embolsa en forma directa $41.172.921. Nada mal para ser su primera obra y no correr ningún riesgo empresario. Al mismo tiempo, le pide que –ya que está- también cotice el costo de construir el hotel, por lo que Luma lo presupuesta en $80.999.000. Es decir, 45 millones menos que el costo comprometido ante la provincia. Negocio redondo.

Las cifras de “rentabilidad” que maneja esta joven empresa, Urbanum, son espeluznantes. Dos obras que públicamente se presupuestan en poco más de 250 millones de pesos, luego se subcontratan por  163 millones. Urbanum le cede la construcción de las dos obras a Lumma. Sin hacer nada más que de intermediario obtiene 87 millones de pesos de ganancia.

Resulta más que evidente que se acordó un ostensible sobreprecio en la obra del Centro de Convenciones, como para que el subcontratista cotice un 40% menos y sin embargo le quede ganancia. Y que buena parte de ese sobrecosto estaba destinado a financiar la obra privada del hotel La Recova.

Esta es, apenas, el comienzo de una historia que está llamada a convertirse en uno de los casos de corrupción más emblemáticos de los últimos años en nuestra provincia. En la segunda parte de este informe daremos a conocer quién fue el ex ministro que recomendó a Urbanum la contratación de Lumma, cuándo comenzó a pergeñarse esta maniobra escandalosa y las pruebas que corroboran que el propio gobernador participó del armado de esta monumental estafa.

Fuente: la Línea

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