El Gobierno arreglará 209 casas con gravísimas fallas entregadas en la Gestión de Poggi

Están inconclusas o tienen graves fallas de construcción. Son parte de los planes Solidaridad y Progreso y Sueños. Están ubicadas en el distrito Pedernera.

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Muros agrietados, falta de aberturas y hasta de paredes. Ésas y otras gravísimas fallas de construcción buscará subsanar el Gobierno de San Luis cuando conozca a las empresas que ganen las licitaciones a la que hoy convoca para reparar o terminar 209 viviendas ubicadas en el Departamento Pedernera. La convocatoria fue anunciada el martes por el ministro de Obras Públicas, Felipe Tomasevich, y culminará con la apertura de sobres el próximo 5 de abril.
Los inmuebles pertenecen al Plan Progreso y Sueños y al fallido Viviendas Solidarias que impulsó el Estado puntano cuando era conducido por Claudio Poggi.
Uno de los pliegos licitatorios tiene como objetivo arreglar y terminar 70 casas en Villa Mercedes, 2 en El Morro, 6 en La Punilla y 17 Juan Jorba. La inversión será de $56.001.036.
El otro concurso comprende a 114 inmuebles -todos en Justo Daract- compuesto por 18 hogares con enormes fallas edilicias que corresponden al Plan Solidaridad y 96 que pertenecen al Progreso y Sueños. Todas inconclusas. El monto a invertir alcanza los $15.491.563.
El famoso Plan Solidaridad apuntaba a que la propia gente (los futuros dueños de las casas) aportara la mano de obra, mientras que el Gobierno se hacía cargo de los materiales y aportaba asistencia técnica. Pero todo se hizo mal: hubo atrasos en las fechas de entrega y apremiado por el almanaque, la gestión Poggi contrató empresas constructoras para que terminaran las viviendas, pero como tampoco les pagó a término a las firmas constructoras los diversos certificados de obra, varias compañías tuvieron serios problemas financieros.
En diciembre de 2015, a las apuradas y con los contrapisos aún frescos, en distintas localidades, muchas casas se entregaron cuando todavía no estaban listas para ser habitadas. La gente, harta de esperar su techo propio y con su economía desecha de tanto pagar alquiler, aceptó las llaves y se mudó.
Pero al poco tiempo, las enormes improvisaciones salieron a la luz en los flamantes hogares. Y los vecinos pidieron asistencia al Estado, ya con Alberto Rodríguez Saá en Terrazas del Portezuelo.
Según fuentes del Ministerio de Obras Públicas, los relevamientos realizados en diferentes barrios de la provincia determinaron que hay errores de edificación de distinto grado entre una casa y otra. “Las fallas tranquilamente se podrían usar como ejemplos de lo que no se debe hacer a la hora de hacer un inmueble”, confió una fuente ministerial de Terrazas.

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Mucho por arreglar
Enterado de los pésimos datos que mostró el relevamiento que hicieron los inspectores de Obras Públicas y los justos reclamos de los propietarios, el gobernador Rodríguez Saá decidió llamar a licitación para reparar o terminar las casas y entregarlas tal como indica la historia de San Luis en materia habitacional.
En total, el Estado tiene que arreglar y concluir 400 inmuebles repartidos en diferentes distritos. La tarea ya comenzó con el barrio Estrella del Sur, de esta ciudad, y continuó con otro en La Toma. Las 209 construcciones de las licitaciones que hoy salen a la luz serán el tercer paso. Todo el trabajo tiene una nueva denominación que el propio gobernador alentó: Plan Dignidad. La contracara del fallido, incompleto e improvisado Solidaridad.
La Toma, el ejemplo de cómo se hace un barrio a los ponchazos

El clamor fue insistente. Los vecinos se hicieron escuchar y ni bien los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas entraron a las casas, le dieron la razón a sus dueños. Las casas que la administración de Poggi hizo a las apuradas en La Toma presentaban gravísimas fallas de construcción. Así lo constataron los inspectores de la cartera de infraestructura, luego de que Alberto Rodríguez Saá asumiera al frente del Gobierno puntano. Las viviendas pertenecían al Plan Solidaridad. Pero era una fraternidad rara porque los hogares no tenían red de agua potable, tampoco estaban bien conectados a las cloacas, padecían problemas eléctricos, se llovían, estaban sin revoques y tampoco contaban con sus pisos. Eran el ejemplo de cómo se hace un barrio a los ponchazos, a las apuradas. Sólo para entregar las llaves, dar un beso y sacarse una foto.

Por todas esas negligencias, las 20 casas del barrio fueron reparadas por completo por el actual Gobierno. Luego, a pedido de sus dueñas, el Estado les hizo los respectivos cierres perimetrales y sus frentes a las casas. Ahora hay otra obra en marcha: la plaza de la barriada. A entregarse a fin de mes.

Fuente: EDDLR

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