Fuerte y unánime rechazo de deportistas argentinos al ajuste de Macri al ENARD

Conocida la quita de la cláusula que permite recaudar la alícuota del 1% de la facturación de celulares, atletas de diversas disciplinas advirtieron que Cambiemos pone en jaque al deporte argentino. “Un paso atrás para el deporte argentino”, dijo Julio Lamas, y el León Facundo Callioni se preguntó “quién se beneficiaría con la desfinanciación del deporte olímpico”, entre otros.

A contramano de objetivo de que “nadie pierda nada”, el “reformismo permanente” emprendido por el Gobierno de Mauricio Macri comienza, en este caso a través de la reforma tributariaacordada ayer por el Ejecutivo y los gobernadores, a afectar directa e indirectamente a otras áreas que reciben ingresos por los distintos impuestos. Uno de ellos es el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), cuyas actividades se financian, según el inciso A del artículo 39 de la Ley, “con el producto de un cargo del 1% aplicado sobre el precio del abono que las empresas de telefonía celular facturen a sus clientes, neto de IVA”.

Es que con el artículo 124 de la reforma tributaria se dispone la derogación del inciso A del artículo 39 de la 26.573, por lo que se dejaría al deporte nacional sin base de financiación y sin que se incluya la generación de recursos de ningún otro lado, por lo cual deportistas argentinos de todas las disciplinas salieron a repudiar la decisión de Macri a través de sus redes sociales.

Desde el básquetbol, el exentrenador del seleccionado masculino Julio Lamas destrozó la decisión de macrismo: “Si el gobierno le quita el financiamiento al ENARD y no tiene un proyecto similar que lo remplace será un paso atrás para el deporte argentino”.

El número uno del mundo de tenis adaptado y campeón de Roland Garros 2016 y el Abierto de Australia 2017, Gustavo Fernández, le respondió al empresario telefónico Gerardo Wertheim, que en tiempos PRO oficia como residente del ENARD, y destacó el valor del organismo al señalar que “si no fuera por la incalculable ayuda del ENARD” él “no podria ni haber asomado”al lugar que alcanzó, al igual que “todo el deporte amateur argentino”.

“Estamos todos trabajando en la búsqueda de una solución para todos nuestros deportistas y para el @enard. Confío en que encontraremos una solución entre todos”, había tuiteado Wertheim antes.

“Oro de Seba, oro de Pau, oro de los Leones, oro de Lange, plata y muchos podios de las Leonas, despegue de Gladiadores, Panteras, Garra, los pibes del voley y muchos deportistas más… ¿Qué tienen en común? Sacrificio, planificación y un corazón enorme. Pero sin el apoyo de todos estos años del ENARD hubiera sido MUY difícil!!! Seguramente esta reforma será revisada y descartada. Esperemos…“, reflexionó en la misma red social Federico Pizarro, figura del seleccionado masculino de handball.

Por su parte, la exremera olímpica y campeona panamericana Laura Ábalo usó la ironía la juzgar la cuestionada medida PRO: “Si el gobierno no entiende que el deporte es una herramienta de desarrollo… El ENARD marcó un antes y un después en el deporte argentino. Quiero que los chicos emulen a una Paula Pareto, a un Santiago Lange y a otros olímpicos. Siempre”.

Facundo Callioni, integrante de Los Leones, el combinado nacional de hockey sobre césped, destrozó la decisión e hizo una pregunta que apunta directo contra el gobierno nacional: “¿Quién se beneficiaría con la desfinanciación del deporte olímpico? El ENARD tiene que seguir teniendo cierta independencia del Estado”.

Los campeones olímpicos Juan Curuchet y Walter Pérez (ciclismo), Sebastián Crismanich (taekwondo) y el León Matías Paredes, el lanzador de jabalina Braian Toledo, oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2010 en lanzamiento de jabalina, la tenista Paula Ormaechea, los tiradores Fernanda Russo y Federico Gil, el gimnasta Federico Molinari, el regatista Julio Alsogaray y el garrochista Germán Chiaraviglio fueron apenas un puñado de los atletas y ex atletas que se hicieron eco de esos mensajes y sumaron sus nombres al repudio a la medida de Macri.

Fuente: La Política