Innovación: Con nuevas tecnologías, San Luis previene el Mal de Chagas

Sumó una app  para registrar los casos existentes y controlar la enfermedad. La usarán los agentes sanitarios en sus tablets.

San Luis continúa su paso para prevenir el Mal de Chagas, enfermedad que según el Ministerio de Salud de la Nación, tiene cerca de 1 millón y medio de pacientes en el país. El contraste es llamativo con la realidad puntana. Según estadísticas de la Coordinación de Control de Vectores de la cartera de salud provincial, por año se detectan 30 casos congénitos, es decir que transmite la madre al hijo a través del útero y el contagio vía picadura de vinchuca no registra casos desde 2009. La cifra es coincidente con los casos informados al Boletín Integrado de Salud y su último informe publicado, de octubre de este año, con 25 casos notificados en San Luis este 2017. En este contexto, a una historia sanitaria de décadas que incluyó campañas de concientización en las escuelas, fumigación en zonas de riesgo y hasta la eliminación de viviendas rancho en el interior, el gobierno provincial ahora busca  valerse de tablets y aplicaciones para agilizar tiempos, registrar datos sin necesidad de internet y continuar en la erradicación de la silenciosa pero letal enfermedad.

La aplicación llamada “Tu Pueblo Sin Chagas” ya fue cargada en los dispositivos de un equipo técnico de la coordinación de control de vectores, que recorren de manera continua las localidades y parajes de la provincia. Cristian Cano, jefe de Programa de Gobierno Digital del Ministerio de Ciencia y Técnica, y quien estuvo al frente de los esfuerzos para controlar el Chagas desde 2005 a 2015 con el Programa de Epidemiología, explicó a El Diario de la República que la aplicación tendrá múltiples beneficios para el trabajo de los técnicos.

“Los técnicos que visitan viviendas en zonas de riesgo en forma periódica, pueden levantar todo dato que encuentren y digitalizarlo. Antes se hacía en papel, lo que generaba errores, dificultades en el proceso de análisis”, afirmó. La aplicación se carga en las tablets que entregó y entregará el Ministerio de Ciencia y Tecnología a los agentes de salud.

La aplicación no necesita de Wi-Fi. Trabaja con GPS, en el que los usuarios podrán marcar con coordenadas geográficas y características de la vivienda de pacientes, datos sobre estos y el registro de cada visita. Además se podrá notificar el lugar donde se encuentren vinchucas y hacer seguimiento de las embarazadas con la enfermedad.

A su vez, la aplicación generará un mapa de las zonas de riesgo, que podrá actualizarse constantemente y podrá ser revisado por quienes trabajen en el sistema de salud público. A este método se lo llama “epidemiología panorámica” y la primera prueba fue “Barrio Sin Dengue”, la aplicación que lanzó Gobierno Digital en 2016, y que permite que cualquier vecino de la provincia notifique de lugares donde se pueda generar proliferación de mosquitos.

Todo esto está bajo la órbita del plan Salud 3.0, que en conjunto con esa cartera ministerial ya empezó, además, la digitalización del registro de donantes de sangre y apunta a continuar generando aplicaciones, que podrán utilizar tanto profesionales como vecinos. La segunda etapa de Tu Pueblo Sin Chagas apuntaría justamente al público general, para que ellos mismos hagan consultas o notifiquen información relacionada al Mal de Chagas.

“Esta aplicación es para el terreno, para el operario que visita la vivienda. Tener datos de las zonas endémicas en tiempo real, es importantísimo, porque da velocidad de respuesta”, afirmó Cano.

Guillermo Benítez, el coordinador de Control de Vectores del Programa de Epidemiología, coincidió en las mejoras que traerá la aplicación. “Toda esta información al estar en un soporte digital permite su rápido análisis, y por ende, iniciar más rápida la prevención secundaria y terciaria de la enfermedad”, aseguró. El nivel primario implicaría las actividades ya nombradas y el tratamiento de casos detectados mientras que los niveles posteriores implican estudios más profundos en los infectados para tratar etapas más complejas de la enfermedad, como cuando se dan afectaciones en el corazón o el aparato digestivo. “Este proyecto nos va a permitir disponer de la información en tiempo real y achicar el área de trabajo. Circunscribiendo las zonas aún más todavía y disponiendo de esta información, acortamos los tiempos de visita”, agregó.

Un trabajo en conjunto

Pero este avance tecnológico no es la única acción que lleva adelante el Gobierno para erradicar la enfermedad. Benítez indicó que el trabajo es constante e interdisciplinario. “La prevención está en el control de vectores, como la vinchuca, y en las visitas a la viviendas de riesgo. Sobre todo el área rural dispersa donde se encuentran viviendas y que por factores culturales, de medio ambiente y de la cría de animales, en gallineros, corrales y demás, pueden generar la aparición de los insectos”, afirmó.

Así las brigadas visitan los parajes y en el caso de encontrar el insecto transmisor del parásito, lo recolectan. Además colocan insecticidas con poder residual. Y a esto se le suma campañas de prevención en las escuelas.

Benítez afirmó que se trabaja en los nueve departamentos pero por cuestiones geográficas se hace foco en Belgrano, Ayacucho, Pringles y parte de Puerreydón o mejor dicho la zona centro y norte de la provincia, que pertenecen al último sector del parque chaqueño. Se trata de las sierras centrales de San Luis y los Comechingones. Esta área tiene condiciones similares a las que se encuentran en las provincias del centro y norte de la Argentina y es donde proliferan animales que dan cobijo a la vinchuca como las comadrejas, zorros y cuices. No sucede lo mismo en la zona centro sur de la provincia, donde ya aparecen pastizales y chañares y el ecosistema cambia.

En aquellos departamentos suelen encontrarse viviendas de riesgo, que pueden crear las condiciones perfectas para que aparezca el insecto vector. Y aquí es donde el factor educativo juega un papel importante. “La pauta cultural, el hecho de acumular cosas dentro de las habitaciones, que se amplíen las casas con materiales tradicionales o poner gallineros pegados a la viviendas, generan que se vuelva el primer lugar donde la vinchuca va colonizar. De ahí hay un paso a las viviendas”, detalló. Es por esto que realizan charlas a cada lugar al que van, para remarcarles los riesgos de viviendas descuidadas.

Otro pilar importante es el diagnóstico poblacional. En conjunto con el Ministerio de Educación, visitan escuelas de las zonas de riesgo y realizan cada año, controles de la enfermedad. Además, la gente puede hacerse tests voluntariamente y para esto hay disponibles 32 laboratorios en distintos centros de salud de la provincia. Y tanto embarazadas como aquellos que quieran donar sangre en la provincia, pasan por un examen para comprobar si tienen o no mal de Chagas. Así las estadísticas arrojan que suelen detectarse no más de 30 casos al año (este 2017 registraron 20 pacientes) congénitos, es decir en el que se transmitió de madre a hijos el parásito; y en el caso de las evaluaciones de embarazadas arrojan una prevalencia del 3% de Chagas y en el de donantes de un 3,4% y un 3,5%.

Un hito para la provincia

Por picaduras en cambio, no se registran casos desde 2009. ¿Cómo se logró esto? Cristian Cano, quien se desempeñó en el Programa de Epidemiología desde 2005 a 2015, se refirió a un trabajo conjunto entre múltiples áreas y sobre todo de un gobierno que llevó una política de estado sólida a través del tiempo.

Cano entró en 2003 al Programa de Chagas, que en ese entonces estaba a cargo de Nicanor Juárez, “uno de los pioneros en la provincia”,  afirmó. En 2005 se hizo cargo del Programa de Epidemiología, hasta 2015. El funcionario explicó que los esfuerzos contra el Chagas ya se remontaban en la provincia en los años 70. Pero que la información y estadísticas no estaban sistematizadas.

Así a mediados de la primera década del 2000 comenzaron a generar estadísticas departamento a departamento. Pero a su vez distintos ministerios colaboraron en la causa. En epidemiología notaron que muchas veces las viviendas con corrales y animales solían tener al indeseable insecto y es por esto que en 2007, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción inició un plan de eliminación de viviendas ranchos, en departamentos como Belgrano y San Martín. A esto se le sumó tareas de fumigación y campañas educativas.

En 2008, las autoridades provinciales consideraron que ya podían afirmar que la enfermedad no se iba a transmitir por picadura de vinchuca. El Ministerio de Salud de la Nación les indicó que aún se debía acentuar los trabajos, ya que había remanentes de infestación. De todas maneras, desde el año que le siguió no se registró ningún caso por picadura.

En 2011 hubo un segundo intento, esta vez con el aval de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Allí obtuvieron una certificado de “consolidación de acciones”. Cano dijo que ya se había erradicado el contagio vectorial para ese año, pero por cuestiones de protocolo, debía mantenerse esa condición por 3 años. En 2014, la provincia se convirtió en la octava provincia del país, y la primera de Cuyo y zona endémica, donde prevalecía la enfermedad, que eliminó el contagio vectorial. El próximo año la OPS visitará la provincia para determinar si la certificación se mantiene.

Cano indicó que obviamente no trabajó solo, sino que hubo profesionales fundamentales en este proceso. Además de Nicanor Juárez y Guillermo Benítez, recordó a Rolando Ramírez, epidemiólogo cubano que lo precedió en el área, José Gil, a cargo de las brigadas del Chagas y Ángela Giunta, bioquímica del Laboratorio de Salud Pública, hoy retirada.

Por último el epidemiólogo consideró que los logros contra el Chagas fueron sostenidos por las políticas de Estado integrales del gobierno provincial. “San Luis ha tenido una fuerte política de viviendas y de atención de las necesidades básicas de las personas. El tema Chagas, no es solo salud”, afirmó. “A principios de los 80 la prevalencia del padecimiento, a partir de los datos obtenidos del servicio militar, era del 20%, de cada 100 conscriptos, 20 daban positivo. Hoy a partir del dato de bancos de sangre y embarazadas, es de un promedio del 3%. El impacto es notorio” concluyó sobre la política sanitaria contra la enfermedad, que ahora suma nuevas herramientas.

El rol de la gente

Benítez destacó por último que el papel de la población ante la enfermedad también es vital. Recomendó que en el caso de que se encuentren los insectos transmisores, se los levante con mucho cuidado, sin tocarlos y los lleven para su estudio al centro de salud más cercano. Por otro lado remarcó que mantener las viviendas limpias es importante para evitar la proliferación del bicho. Y por último llamó a la población a realizarse chequeos si sospechan que pueden tener la enfermedad. “No hay nada peor que no saber que se tiene una enfermedad, que es silenciosa, que no da síntomas y que puede llegar a extremos como la muerte. Por lo tanto saber es fundamental”, afirmó.

Fuente: EDDLR

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