Mientras algunos medios se empecinan en hablar mal de Adolfo, este les devuelve con la pura realidad: el cariño de la gente que lo avala
Algunos “medios de comunicación” opositores insisten, batallan, continúan con una estrategia que no les dio resultado en las elecciones últimas pasadas a los candidatos que en dichos medios promueven, sin embargo -faltos de ideas- no tienen mas plan que hurgar en la vida privada, o mentir descaradamente, e intentar vanamente hacer mella en la imagen de Adolfo. Imagen que sigue intacta, con el cariño de la gente que se lo demuestra con gran fervor vaya a donde vaya. A las pruebas nos remitimos.
Bastó con que hiciera presencia en el Festival del Caldén para que miles lo ovacionaran ya que al ingresar al Estadio “Julio Freixes” en la primer noche del festival, la organización dispuso que lo haga por el medio del campo. Fue allí cuando la gente de las tribunas se levantaron, cuando se dieron cuenta (porque ningún locutor lo anunció) que el hombre de camisa blanca que recorría el campo era Adolfo Rodríguez Saá y al grito de “Adolfo, Adolfo”, el Senador Nacional ingresó a las tribunas, y acompañado de Gisela y sus hijos, se sentó en una de las plateas del Estadio.
Entre selfies, fotos, y autógrafos, Adolfo y los suyos pasaron los primeros momentos de la noche, hasta que el show comenzó y las miradas, los aplausos y los gritos, se los llevó Abel Pintos.
Adolfo, y la empatía con su gente sigue intacta y no hay opereta de prensa que los medios poncistas (ahora con gran inversión en publicidad en redes sociales) o aquellos ya conocidos-y desacreditados- medios poggistas puedan hacerle mella a su imagen y a su manera de trabajar con proyectos, con ideas, con gran vocación en la defensa de los derechos de todos los puntanos.