PAPELÓN: El intendente Ponce no quiere a los merenderos

La cara de la intolerancia y de la politiquería más despiadada se pudo ver este domingo por la tarde en la plaza del barrio Rawson, cuando dirigentes sociales servían un chocolate a chicos de la barriada y fueron agredidos verbalmente por Germán Ponce, el hijo del intendente de la ciudad de San Luis, Enrique Ponce. Todo ante la mirada atónita de niños y sus madres.


Ofuscado por la presencia de dirigentes barriales que servían una merienda a decenas de niños, el hijo del jefe comunal y actual concejal de la ciudad –lo que agrava mucho más el incidente- agredió verbalmente a Sonia Abarca, una mujer que históricamente trabaja junto a su madre por los derechos sociales de los más humildes no sólo en el barrio Rawson, sino también en diferentes distritos capitalinos.

Germán Ponce, furioso, esgrimiendo una insólita lucha territorial -y rompiendo por completo la supuesta lucha que el intendente dice emprender contra la violencia de género- arremetió contra la mujer a quien le gritó: “Vos sos la que anda apretando gente. Por eso perdieron las elecciones. Maleducada, mi padre no ganó las elecciones por vos, ladrona. Sos puntera de los Rodríguez Saá, ladrona de los Rodríguez Saá. Sos la que amenaza por internet a la gente. ¿Dónde vivís?. ¿Quién te crees que sos?, ladrona. ¿De dónde saliste?. Venís a robar con los merenderos, ladrona, atorranta, corrupta. Aparecés ahora con estos merenderos. Por eso les ganó Poggi, maleducada. Salís por los medios apretando gente, ladrona, tomatelás, corrupta!”, le gritó. Todo delante de chicos y otras vecinas que, asustados, miraban la escena.

Abarca se defendió diciendo “No vengan a apretarme, estamos con los chicos en la plaza, trabajando por los humildes y asustaron a todos los niños”.

El objetivo de Germán Ponce, junto a una decena de seguidores de su padre, fue impedir que los chicos que estaban en la plaza continuaran merendando al mismo tiempo que varios de militantes del partido del intendente Ponce repartían remeras con leyendas en su favor.

Si bien la tarea de los dirigentes peronistas y la merienda continuó, las madres y sus hijos que disfrutaban del chocolate quedaron visiblemente afectados por los improperios de Germán Ponce quién, además, en una extraña conducta tomó fotografías con su teléfono celular de Abarca y de la gente que tomaba el chocolate. La intolerancia de la familia Ponce quedó al descubierto.

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