Ponce, a días de las elecciones, no da pié con bola
Nadie sabe quien le ayuda en su lectura, pero es casi seguro que no son, ni el Piri Macagno, ni Petrino, ya que ambos, ávidos en las lecturas políticas, jamás hubieran jugado en una elección donde debieron hacerlo desde el peronismo y jugaron desde el macrismo, una jugada, que tiene ya, graves consecuencias políticas para el poncismo, ya que levantar el muerto del 22 de octubre va a ser complicado.
Y pareciera que Ponce se ha esmerado en hacer todo mal, ya que en sus publicidades, que ha inundado las redes, dice que ni Adolfo ni Poggi deben ir al Municipio, una verdadera muestra de intolerancia y de no querer que nadie lo controle, si su hijo Germán, que a éstas horas debe estar cortando clavo, porque si se repitieran los resultados de Octubre, no entraría.
La desesperación de Ponce es total y el apriete, según un miembro del Tribunal Electoral, habría ido hacia la empresa que brinda el servicio de boleta electrónica, con lo cual, no faltan más muestras para botón.
El denunciado apriete a los Municipales, denunciado por Raúl Laborda, tampoco va a poder ser, con lo cual, Ponce ya no sabe que hacer y pelea solo, contra los molinos de viento, ya que ponerse a pelear a ésta altura contra Gualtieri, demuestra que el Intendente ha entrado en pánico total.
Su histeriqueo de darle vuelta la cara a Cristina, para hacerle el favor a Macri-Frigerio por algunos millones que van y vienen o de dejar sin pavimento a la ciudad por jugar con la derecha, como lo dice el sosismo, muestra que Ponce, pretendió salvarse solo.
Pero también hay que decir, que se va a hundir solo, ya que la mayoría de quienes jugaron con él en serio, los tiene en contra, incluidos los que están en el P.J., como en en Cambiemos, con lo cual, la derrota que pareciera va ser terminal salvo que manipulen el sistema electrónico, podría mostrar que el modelo de poncismo que parecía distinto, ya no existirá más, tan solo por las especulaciones personales de un personaje como Ponce, que se creyó más de lo que es, una lástima.
Fuente: Edición Abierta