Por Vaca Muerta, y luego de 50 años, puerto Galván vuelve a ser petrolero
La reciente partida, desde puerto Galván, de un buque con 32 mil toneladas de crudo hacia los Estados Unidos, significa mucho más que el ya relevante inicio de las exportaciones de petróleo por la Posta de Inflamables.
Por un lado, testimonia la cada vez más estrecha relación que evidencia el sistema portuario local y regional con el crecimiento de Vaca Muerta y, por otro , implica que puerto Galván, medio siglo después, vuelve a ser un puerto petrolero.
Si bien no alcanzará a recuperar la preponderancia que supo tener hasta la década del ’60, cuando el oleoducto entre Neuquén y Puerto Rosales, le quitó el pergamino de ser la primera terminal petrolera bonaerense, ahora los embarques de crudo volverán a ser moneda corriente en este sector del estuario.
Y esto fue posible gracias a un ambicioso proyecto concretado por la empresa Trafigura, con grandes obras de infraestructura realizadas dentro de la Refinería Bahía Blanca y un tendido directo que conecta dicha planta industrial con la posta 3, en Puerto Galván.
Como anunció la compañía, dicha operación marca el inicio de un importante proyecto de infraestructura que aumentará la capacidad exportadora de Bahía Blanca y ofrecerá a los productores de Vaca Muerta un nuevo punto de exportación a los mercados internacionales a través de un servicio logístico desde el yacimiento hasta el puerto.
Incluso, una vez concluidas las obras, en dos años, desde la refinería y su ducto a Galván, junto con una planta de almacenamiento de 130 mil m3, podrán exportarse casi 5 millones de barriles de petróleo al mes.
Según Trafigura, trader de relevancia mundial en lo que hace al comercio de materias primas, una vez que se superen las restricciones de calado también podrán cargar en Puerto Galván buques Suezmax, con una capacidad de 1 millón de barriles, permitiendo optimizar los despachos y otorgando flexibilidad para poder llegar a otros mercados internacionales.
Esto significa al menos un buque de esas dimensiones operando cada semana en Galván o al menos dos del tipo Aframax o Panamax.
Cabe recordar que hasta la década del 60 puerto Galván supo lograr un promedio de 142 buques petroleros en sus muelles, en unos dos años podría llegar al centenar, aunque con un números significativamente mayor de toneladas transportadas.
Incluso, como elemento distinto frente a aquellos años, donde el tráfico era mayormente de cabotaje, e incluso de importación (Venezuela), ahora serán operaciones de exportación.
Si bien, como dijimos, hoy la estrella portuaria en materia de crudo es puerto Rosales, movilizando más de 13 millones de toneladas, es decir, más del 70 por ciento del crudo que transita por el país, Galván puede ir ahora por algo de la gloria perdida, sobre todo como punto exportador.
“La ciudad, nuestro Puerto y sus empresas constituyen un enclave estratégico para transportar, transformar y exportar la energía de Vaca Muerta. Nos enorgullece ser parte de ese proceso”, dijo Federico Susbielles, titular del Consorcio de Puerto.