
«Cuando el peón y el patrón votan al mismo candidato, el que pierde es el peón»
Sin dudas la pandemia jugó un rol importante en el desanimo y la bronca de muchos ciudadanos, y ello se vio reflejado en estas últimas elecciones, que hicieron de gran encuesta camino a noviembre, momento donde se verán verdaderamente los pingos en la cancha.
Sucedió con todos los oficialismos, porque es a ellos, que el pueblo puede manifestárseles, y encuentra el modo a través del voto, que muchas veces hace de castigo. Ante esta pandemia las medidas fueron acertadas, quizás algunas discutibles, pero fueron necesarias, y aplicadas por los gobiernos de todo el mundo. Sin embargo el bolsillo pesa y duele, y esa circunstancia que golpeó la economía de cada familia se vio acrecentada por la pandemia y las restricciones que vinieron con ella.
¿Pero puede olvidar el pueblo, y quebrase la memoria ante todo lo que sucedió con esos candidatos que ahora apoyó? ¿Con lo que representan verdaderamente?
Ya lo decía Arturo Jauretche, y es lo que motivó el titulo de esta nota: «Cuando el peón y el patrón votan al mismo candidato, el que pierde es el peón». Y probablemente esos «peones», que en definitiva no son los empresarios, ni los dueños de medios, ni los bancarios, sino que son los trabajadores, y son los que precisamente fueron perjudicados enormemente por las duras políticas durante el gobierno de Cambiemos, el gobierno de Macri, la misma política de aquellos que quiere mostrarse hoy como una opción de alivio o alternativa.
Ante la fragilidad de memoria, es bueno recordar algunas de las tantas medidas que verdaderamente impactaron en el bolsillo de los asalariados, de la clase trabajadora de nuestro país, y que fueron resultado del Macrismo más perverso, del cual hoy aún estamos pagando consecuencias….ahhh, y sin pandemia que lo justificase de por medio.
1 – Devaluación: el 17 de diciembre, a siete días de la asunción al poder, el Banco Central habilitó una disparada del 42% en el precio del dólar. Este continuó en ascenso hasta que el 1 de marzo alcanzó los $ 16,09. El nuevo máximo recién se superó el 30 de noviembre, cuando el dólar volvió a escalar y llegó a los $ 16,09. El alza del dólar implicó una inflación en todos los productos exportables y los que tienen contenidos importados.
2 – Quita de retenciones al campo: el 14 de diciembre, Macri anunció junto al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, la eliminación de los impuestos a la exportación de trigo y maíz y el recorte del de la soja, tal como había prometido en campaña. La mayor ganancia por las exportaciones elevó el precio por las ventas internas, lo que derivó en un aumento de los alimentos en los supermercados. Se estima que gracias a la medida las compañías ganaron 60 mil millones de pesos.
3 – Techo a las paritarias: el Ministerio de Trabajo intervino en las negociaciones colectivas para frenar la mayoría de las subas salariales. El titular de la cartera, Jorge Triaca, pidió desde febrero que los aumentos sean del 25%con la promesa de que la inflación cerraría en ese porcentaje este año. En cambio, el alza de precios fue del 43% interanual en octubre. En paralelo, el 22 de agosto Macri reclamó a los trabajadores que no le pongan «palos en la rueda» a los empresarios con medidas de fuerza ante la pérdida de poder adquisitivo.
4 – Tarifazos de gas, luz y agua: los ministerios de Energía y del Interior decidieron aumentar las tarifas de los servicios públicos en abril por decreto, sin audiencias públicas y sin techo. Luego de una batalla legal, Juan José Aranguren debió seguir el procedimiento legal y además le puso topes del 400% a las boletas de gas familiares y del 500% para las industrias.
5 – Aumento del boleto del colectivo y tren: Las tarifas de los viajes se dispararon 100%, por lo que se destina una mayor proporción del ingreso en viáticos. La medida representó un golpe directo al bolsillo.
6 – Apertura de importaciones: Los menores controles para comprar productos extranjeros llevó a la quiebra de cientas de empresas, principalmente textiles y productos tecnológicos. Por la reinstauración de las compras «puerta a puerta» corren riesgo 300.000 empleos.
7 – Eliminación de los controles en Precios Cuidados: A pesar de que el programa creado para amortiguar la inflación por parte del gobierno anterior continúa, no se realizan más relevamientos de precios, lo que permite arbitrariedades de los supermercados. Ante la caída del consumo, el Ministerio de Producción debió relanzar el programa en septiembre con una ampliación del listado.
8 – Despidos en el Estado: el Ministerio de Modernización desvinculó a miles de trabajadores a pocos días de asumir la Presidencia. Las cesantías implicaron el recorte y la eliminación de muchos programas sociales, económicos, educativos y culturales.
9 – Autorización de aumentos de precios de medicamentos y prepagas: el Ministerio de Salud habilitó múltiples subas en los remediosy de las prestadoras de medicina privada. Además, el Ejecutivo decidió reducir la cantidad de medicamentos que se entregan sin costo a los beneficiarios del PAMI, lo que incrementó los gastos de los jubilados sustancialmente.
10 – Elevada tasa de interés: el Banco Central subió la tasa de las Lebac, lo que encareció los préstamos de los bancos a las empresas. Los créditos caros se trasladaron a los precios de los productos finales de cada compañía.
Y sin olvidar la negación más absoluta que hicieron con el sistema de salud, dejando de invertir en hospitales, bajando el rango de ministerio de salud a una simple secretaría, lo que hubiera sido nefasto y mucho más cruel a la hora de afrontar una pandemia como la que nos afectó a todos sin distinciones.
Quedará esperar a noviembre. Quedará esperar el impacto de las medidas que los gobiernos en ejercicio tomen para atenuar este reclamo que atiende en gran parte a lo que dejó como consecuencia una pandemia para la que nadie estaba preparado. Si se hace lo necesario, ese llamado de atención seguramente se revierte y se transforma en un NO al macrismo, y toda política aliada neoliberal insensible, con sus representantes en cada provincia, para que no vuelvan a verse beneficiadas y envalentonadas de poder por un voto castigo.