Empréstito si o empréstito no: En sintonía con la Nación, el Ejecutivo provincial quiere pasarles la pelota a los legisladores.

Por estas horas se ha podido observar, desprendido de las propias declaraciones brindadas a la prensa por parte del actual primer mandatario Claudio Poggi, una cierta preocupación por trasladar el peso de lo que implica la toma de un “empréstito”, como gusta llamarle, o lo que lisa y llanamente es “endeudamiento” para la provincia , direccionando intencionalmente la responsabilidad hacia los legisladores provinciales, tanto hacia el Senado como hacia Diputados. “Si no aprueban el crédito quiere decir que son desestabilizadores” se lo escuchó decir.

El acusar de “desestabilizadores” al Poder Legislativo es grave. El eludir la responsabilidad de las acciones que el propio Ejecutivo impulsa, es tan o mucho más grave.

Es que Claudio Poggi sabe que para que cualquier toma de deuda tenga aval, debe contar con la aprobación de ambas Cámaras, y allí radica gran parte del problema ya que no cuenta con los votos que son requeridos. En el Senado cuenta con 3 más algún aliado, pero necesita al menos 6, mientras que en Diputados les son necesarios 29, y con alianzas apenas pasa los 21.

Algo similar sucede a nivel nacional, donde el Ejecutivo presiona con declaraciones del presidente y sus propios funcionarios a que los legisladores deben aprobar el tan cuestionado “Mega DNU” y la mal llamada “Ley Omnibus”. Incluso, ministros del primer rango como Luis Caputo advirtió casi en tono de amenaza “ si no se aprueba esta ley vendrán medidas más duras”.

Los legisladores tienen la función de deliberar, sancionar leyes, pero también de ejercer el control del Gobierno. Y parte de ese control es interpelar, realizar los pedidos de informes que correspondan, más aún cuando el Ejecutivo, en sus acciones, ejerza cuestiones que bordean o pegan de lleno, como en algunos casos, en lo inconstitucional.

Y en ese rol de interpeladores, los senadores y diputados de San Luis es que están solicitando al Ejecutivo provincial, que detalle pormenorizadamente el por qué debería tomarse el crédito, o si el dinero no está (como aducen), adónde es que se fue lo que estaba hasta el 10 de diciembre.

Para que este especie de “pase de pelota” tenga mayor efectividad, el mensaje del Gobierno es sustentado con algunas líneas editoriales de algunos medios de comunicación afines al oficialismo donde también procuran dejar en claro, que, si los legisladores no aprueban el endeudamiento, será su culpa por el incumplimiento del pago de sueldos a los trabajadores, por ejemplo.

¿Acaso fueron los legisladores quienes pagaron en cuotas el sueldo a la administración pública? ¿Fueron ellos responsables de semejante decisión? Obviamente que no.

Es el Ejecutivo provincial el que ha definido una política de desdoblamiento en los salarios de los trabajadores justificándolo en que el dinero no alcanza, sin embargo, como una contrariedad absoluta a ese discurso, se están realizando anuncios que implican inversión y erogaciones que sin duda denotan que la situación financiera puede ser otra. Es allí donde quieren hilar fino tanto Diputados como Senadores.

Esta próxima semana será crucial para definir la toma de deuda o no. Desde Diputados han presentado una serie de pedidos de informes que apuntan a se esclarezca la situación financiera y económica de la provincia, entre otros temas. Senadores tiene en bandeja una interpelación, y alguna otra cuestión más, ante procedimientos de carácter institucional y democrático que no se han cumplimentado por parte del Gobierno recientemente asumido, poniendo en riesgo la institucionalidad.

Habrá que aguardar como se resolverá esta cuestión en las próximas horas, pero todo apunta a que los legisladores dejarán bien en claro su postura con respecto a la toma de deuda que se cree innecesaria, hecho inédito en San Luis en 40 años, y por otra parte, en hacer valer los procedimientos institucionales que nos rigen y constituyen como Provincia y que no deberían ser manipulados al antojo de cualquier autoridad por el solo hecho de una circunstancial “necesidad” o como parte de un entramado o estrategia de la cual se quiere sacar rédito político.

No se trata de aprobar endeudamientos porque sí. No es una actitud caprichosa, sino por el contrario, obedece al respeto de las instituciones democráticas, al pueblo puntano que merece conocer la verdad en detalle y no sufrir las consecuencias de acciones poco acertadas, y sobretodo, obedece a que no se vea manoseada nada más ni nada menos que nuestra Constitución Provincial.

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