Un informe de la ENAC reveló que cuatro de cada diez empresas reportaron malas ventas y casi nueve de cada diez sufrieron aumentos de costos. La mayoría opera sin rentabilidad y un 13% advierte que podría cerrar antes de fin de año.
Las pequeñas y medianas empresas atraviesan una de las peores crisis de los últimos años. Sin mercado interno, con salarios depreciados y una creciente presión de costos, el sector productivo nacional se mueve sobre una línea delgada. El Radar Pyme del tercer trimestre de 2025, elaborado por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales (ENAC), advierte que “la economía argentina continúa sin señales de recuperación” y que “la recesión ya se consolidó”.

De acuerdo al relevamiento, el 40,4% de las empresas reportó malas ventas y casi nueve de cada diez (88%) enfrentaron aumentos de costos, mientras que tres de cada cuatro (74%) se vieron obligadas a subir precios. En el sector industrial, el impacto fue mayor: el 45,9% registró caídas significativas en sus ventas. “La capacidad operativa utilizada promedió el 54,6%, reflejando una subutilización preocupante del aparato productivo”, señala el informe. En el caso de la industria, el nivel fue de 54,7%, por debajo del umbral razonable del 60%.
Los motivos son claros. Por un lado, el consumo se derrumba: los salarios alcanzan apenas para cubrir necesidades básicas y las familias arrastran un endeudamiento que llega al 130% de sus ingresos. Por otro, los costos empresariales aumentan por encima de los precios, lo que erosiona la rentabilidad.
Según la ENAC, seis de cada diez pymes trabajan sin ganancias y un 24% directamente pierde dinero, incluso operando. “El 13% de los empresarios advierte que podría cerrar antes de fin de año”, alertó Leo Bilinski, titular de la entidad.
En materia laboral, la situación también empeoró. Solo el 17,1% de las firmas incorporó personal, mientras que un 19,7% despidió trabajadores. En el sector industrial, los despidos alcanzaron al 28,8% de las empresas. En conjunto, el empleo pyme registró una variación negativa de -2,99%.
A la par, el financiamiento se convirtió en un recurso de supervivencia. El 21,3% de las empresas se endeudó para pagar impuestos y otro 20,5% para cubrir salarios o aguinaldos, sin relación con inversiones productivas. Además, el 59% denunció que sus clientes extendieron plazos de pago y el 47% reportó más incumplimientos. Hoy, las pymes financian a sus compradores durante 37 días, pero deben pagar a proveedores a 30, lo que agrava la falta de liquidez.
Las expectativas tampoco acompañan. El 76% de los empresarios cree que la economía nacional seguirá empeorando, y el 65% no planea invertir en el próximo trimestre. Entre las principales limitantes, destacan la caída del mercado interno (75%), la reducción de la rentabilidad (55%) y la apertura de importaciones (43%).
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