En la sesión de hoy miércoles, la Cámara de Diputados de la provincia fue escenario de un lamentable episodio de falta de respeto y profesionalismo. Durante la discusión, diputados oficialistas, entre risas, se burlaron de la Iglesia Católica, sugiriendo a los diputados de la oposición que tomaran agua bendita.
Este incidente no solo muestra una preocupante falta de seriedad en el tratamiento de los asuntos públicos, sino que también evidencia un desdén hacia las creencias religiosas de muchos ciudadanos. Las risas y comentarios despectivos de los legisladores dejaron mucho que desear durante el debate.
Es fundamental que los representantes del pueblo mantengan un comportamiento acorde con la dignidad de su cargo y el respeto a todas las creencias y opiniones. Los ciudadanos merecen un debate serio y respetuoso en la búsqueda de soluciones a los problemas de la provincia.
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