De aprietes y otras yerbas

Qué está sucediendo en los parajes, y pequeñas localidades del interior de San Luis que están siendo blanco de presiones, de desidia, de aprietes políticos, y de otra índole también.

A qué obedece esta manera de operar que se está dando cada vez con más frecuencia, desde hace un tiempo no tan distante a la actualidad.

¿Son los comisionados municipales blancos de sugerentes decisiones políticas y económicas que los perjudican, para con ello, intentar influir en sus decisiones y la de los legisladores que los representan?

¿Son los trabajadores de los planes sociales de dichos parajes, víctimas de presiones que no les corresponden cargar y por miedo a no perder sus trabajos prefieren hablar por lo bajo?

¿Son los vecinos, los lugareños, también parte de este asedio que termina perjudicándolos?
No es al azar. Son hechos que se producen de manera casi constante, y que hablan de una manera de proceder no muy sana para la democracia, y mucho menos pueden aproximarse a lo ético.

Basta brindar un par de casos sobre algunos de estos procederes para darnos cuenta de lo mal que se está actuando desde algunos estamentos de gobierno y de autoridad pública. Casos que, gracias a vecinos y vecinas de esos lugares, llegan a nuestro y también a otros medios. Casos que con la cautela de no exponerlos a lo que ellos mismos creen pueden implicarles posibles represalias laborales, en la mayoría de los casos, pondremos en el debate y consideraciones de nuestros lectores.

“Es raro todo en estos días. No estamos acostumbrados a eso. Nos dicen que van a intervenir el municipio, gente que no conocemos y nos advierten que nos vamos a quedar sin trabajo” nos dice una trabajadora del plan de inclusión de un pequeño paraje al norte de San Luis.
“Andan en camionetas preguntando si los municipios están abiertos, si la gente trabaja, no son de acá” nos dice otra trabajadora.

En el sur de la provincia sucede algo similar. Son varios los casos de vecinos que cuentan prepotencia de las autoridades policiales, a la hora de dirigirse con los jóvenes que simplemente están tomando mates en una plaza, o dialogando entre sí. Son maneras que parecen de otros tiempos.

Son hechos que irán saliendo a la luz probablemente con el correr de los días ya que generan incertidumbre y mucho malestar en quienes son víctimas de estas maneras de actuar.
Y esta falta de respeto por los vecinos comunes de cada lugar se está viendo también en cuestiones como la salud, la educación, donde en los hospitales o salas de salud faltan insumos, y muchas veces tienen que recurrir a rifas para comprar lo básico. Por mencionar, otro caso, el hospital de Buena Esperanza, tuvo que pedirle a una empresa particular que colaborara solidariamente con la bomba de agua para el edificio ya que desde el Ministerio no han tenido respuestas.

En otras localidades, no son avisados cuando el camión de salud va a los pueblos, y esto implica que la logística para llevar a quienes viven en pleno campo, no puede realizarse y quedan exentos de este tipo de asistencia sanitaria y controles de salud.

¿Qué está sucediendo en el interior de San Luis? Nos seguimos preguntando…

¿Qué sucede con los caminos vecinales que quedan sin el mantenimiento que era habitual hasta el año pasado?.

¿Qué sucede con la seguridad que hay parajes que ni siquiera tienen un policía, teniendo que esperar horas ante un hecho delictivo para que sean asistidos por una comisaría aledaña o personal de otra localidad?

¿Hay discrecionalidad en los envíos de coparticipación, según color y afinidad política? Otro tema que, si bien el vecino o vecina no lo tiene en su agenda, es algo que termina influyendo en cada localidad o paraje porque esos fondos son para beneficio de cada habitante del lugar.

Seguiremos con el tema minuciosamente, porque son muchos los mensajes de los vecinos y vecinas del interior sobre muchas más problemáticas y situaciones difíciles por las que atraviesan, y sobre estas, cabe aclarar, también ya han tomado conocimiento sus representantes, sus garantías institucionales, para no dejar pasar este avasallamiento que está sucediendo lamentablemente cada vez con mas frecuencia.

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