¿Hasta donde llega el punto en que lo que es íntimo y privado de una persona pasa a formar parte de la opinión pública?

¿Hasta donde llega el punto en que lo que es íntimo de una persona pasa a formar parte, de manera forzada, de la opinión pública?

No es la primera vez que nos encontramos en esta tertulia política a la que nos ha sometido la grieta, estés de un lado o el otro, donde aparecen audios, imágenes, chats de funcionarios, los cuales son de carácter privado, de su vida íntima, y se exponen a la sociedad como una suerte de lapidación pública.

Los medios que difunden de una manera malintencionada un video, un audio o algo que es meramente de la vida privada de una persona, ¿son éticos? Seguramente deben ser pasibles de las jugosas demandas que conllevan el exhibir algo que es privado y que no fue difundido públicamente por el perjudicado.

El video de la ministra de educación Natalia Spinuzza, que envió en un chat privado a sus íntimos, contando lo que había vivido en su luna de miel a fines del año pasado, se difundió por estos días y se hizo correr, casi de manera sistemática en los principales medios que, de manera permanente, difaman y distorsionan la realidad de un San Luis único por su gestión, mal que les pese a algunos.

Lo cierto es que, más allá de las circunstancias, y lo que la ministra haya comentado en dicho video sobre su experiencia  con su marido hace meses atrás en Amsterdam,  y en una ciudad donde «fumarse un porrito o churro» es algo habitual y no está penado por la ley, mucho menos aún el tomarse un par de cervezas, algo que horrorizó a la sociedad hipócrita que mira para afuera y se olvida de la suciedad que tienen dentro de su propia casa. Pero nada de ello justifica la manera en la que se la defenestró y se la atacó, como si dicha acción de la vida íntima formara parte de su gestión, que por cierto es intachable (sino basta con remitirse a la cantidad de premios que ha recibido por las gestiones en materia educativa realizadas en San Luis, sin dejar de mencionar su curriculum donde no solo es licenciada en relaciones exteriores  y comercio exterior, sino que ha desempañado varios cargos en diferentes áreas de gobierno con un desempeño notable que muchos «eruditos» solo alcanzarían después de varias vidas de estudio. Nada justifica como se la trató en los principales medios de la nación «oficialistas», curiosamente Clarin LE DEDICO VARÍAS VECES EN EL DÍA el posteo y reposteo en sus redes sociales (ver imágenes). A24 la trató directamente de adicta, por el solo hecho de decir que se fumó un porrito ¿A eso hemos llegado en la Argentina, donde la vida privada de las personas pasan a formar parte del circo que alimenta a gran parte de la sociedad mientras la casa se prende fuego?

Este fue el asedio de los medios nacionales, reposteando en sus redes sociales en más de una ocasión la misma noticia, como si en materia de educación no tuvieren problemas realmente serios, como las muertes en Buenos Aires por explosiones de garrafas en escuelas por falta de mantenimiento y control, o las políticas educativas nacionales que están poniendo en jaque a las universidades :

¿No es más raro que un video enviado por whatsapp a la familia o cercanos, sea «extrañamente» filtrado, y luego ya no tan «raramente» llegue a los medios opositores al gobierno provincial? (El Chorrillero, y Zbol fueron los primeros en hacer correr la noticia).

Pero vamos más allá de eso. No es la primera vez que sucede, y cada vez con más frecuencia. Las famosas escuchas a CFK, los audios de jueces, funcionarios, etc que salen  la luz y se difunden de manera masiva y sistemática; y donde pareciera que todos, desde hace un tiempo hasta la actualidad, somos victimas de un inescrupuloso «Gran Hermano» que nos mira, nos escucha, y sabe de nuestros movimientos, para darlos a conocer cuando más le sea conveniente y mejor le sirva políticamente.

 

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