Picantes definiciones de Diego González sobre el rol de la oposición

Aludiendo a la frase «LA ÚNICA VERDAD, ES LA REALIDAD» del filósofo Aristóteles, que vivió entre el 384 AC y el 322 AC, y acuñó esa frase que luego utilizaron otros pensadores y que en 1948 retomó el tres veces presidente Juan Domingo Perón, el dirigente político del PJ usó para destacar lo que está haciendo el oficialismo con su plan de obras, y el papel que juega la oposición en la critica permanente.


«Cuando leemos las informaciones en torno de la gira provincial que lleva adelante el gobernador Alberto Rodríguez Saá, uno de los máximos dirigentes políticos de la República Argentina, cualquiera puede advertir que estamos frente a un plan de obras públicas impactante. Miles de millones de pesos invertidos en hospitales, escuelas, centros deportivos y comunitarios, rutas, accesos, viviendas, comisarías, arreglo de iglesias, etc., que motorizan la economía provincial y apuntan a mejorar la vida de todos los puntanos.

 

Del otro lado, los profetas del odio hacen silencio, ignoran los hechos, siguen ocupados buscando debajo de la alfombra, desesperados por encontrar algo que les permita seguir alimentando el resentimiento. Parecen desconcertados, cual carancho que no halla carne podrida para poder alimentarse.


De tanto replicar una metodología perversa, están convencidos de su propia realidad y continúan abrevando en el permanente negativismo:
– Si chocan dos vehículos, la culpa es del oficialismo que no puso semáforo.
– Si se produce un robo, como ocurre en todas las provincias, es responsabilidad del gobierno, porque falta una comisaría o hay pocos efectivos.
– Si hay un hecho de violencia de género, es porque la Secretaría de la Mujer no lo previno…
Y así hasta el infinito. Machacando desde la contra, batiendo siempre el parche de la crítica. Una técnica repetitiva que parte de una dudosa lógica: la sociedad es tonta, no se da cuenta ni razona. Entonces alimentan su bronca y su frustración con el menú de todos los días: el odio hacia quienes gobiernan, a quien culpan de todos los males.


Por supuesto que la situación económica no es floreciente y que la inflación constante produce dificultades para llegar a fin de mes. Eso es innegable. Tampoco se puede negar que se producen delitos, que provocan bronca y angustia. Ahora, uno se pregunta: ¿Antes no pasaban cosas y ahora sí? Antes, en tiempos del acaudalado Poggi, todo era obra de la fatalidad y ahora culpa del gobierno? Los que ejercitan la proliferación del odio, ¿no temen morirse ahogados en su piscina desbordante de hipocresía?

Sin dudas, una de las certezas que está dejando la gira provincial del gobernador es que nuestro proyecto político provincial se mantiene vigente. Las obras que se inauguran o se ejecutan en cada localidad de los nueve departamentos, representan poner en valor una gestión que sigue apostando al desarrollo, el progreso y al bienestar de todos los sanluiseños. Una verdadera catarata de obras, para responder la campaña del odio.


Esta es la realidad, que supera la ficción de una dirigencia opositora que tiene, como única propuesta, la crítica constante. Actitud realmente patética y decadente, que los “pinta de cuerpo entero”.
Extraído de ApuntesdeSL

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